¿En qué consiste un ataque de ansiedad?
Los ataques de ansiedad son consecuencia del miedo y provocan un malestar intenso cuando alcanzan su máxima intensidad. Al no saber gestionar esta situación, las personas que lo sufren, traen consigo una serie de síntomas muy variables que se juntan con una profunda sensación de ansiedad.
¿Por qué ocurre un ataque de ansiedad?
No debemos alertarnos por tener cierto grado de ansiedad, ya que esto se considera un hecho normal del organismo, que responde así ante situaciones de estrés para mejorar nuestro rendimiento, nos alerta y nos ayuda a afrontar mejor cualquier percance que nos pueda surgir.
Sin embargo, cuando esta forma de reaccionar se trasforma en algo patológico y trae consigo una serie de síntomas concretos, se trata de un ataque de ansiedad y hay que saber gestionarlo.
Síntomas de un ataque de ansiedad
Las crisis de ansiedad aparecen sin previo aviso, como un episodio inesperado, y en muchas ocasiones, sin causa aparente.
Los síntomas más comunes de ansiedad son los siguientes:
- Sensación de nerviosismo o tensión
- Pánico
- Insomnio
- Problemas gastrointestinales (GI)
- Palpitaciones
- Mareos
- Náuseas
- Sensación de asfixia
- Dificultad para respirar
- Dolor en el pecho
- Escalofríos
- Sudoración intensa
- Adormecimiento de las manos u hormigueos
- Temblores
- Sensación de irrealidad o despersonalización (separarse de uno mismo, como si estuvieses viendo una película).
- Miedo a la muerte
El cuadro puede ir empeorando de la propia angustia y, cómo ya hemos mencionado, aparece de repente. La mayoría de las veces la persona que lo sufre no sabe cómo actuar.
Un ataque de ansiedad alcanza su máxima intensidad, aproximadamente, entorno a los 10 minutos. Su duración total no suele superar los 30 minutos.
Qué hacer ante un ataque de ansiedad
Controlar un ataque de ansiedad no es fácil, pero si esto te sucede, debes tener en cuenta una serie de recomendaciones que te ayudarán a reducir sus síntomas.
- Vete a un lugar tranquilo y cierra los ojos. Al percibir menos estímulos ambientales la crisis terminará antes.
- Busca una vía de escape. Al distraer tu atención haciendo algo que te guste o te relaje la intensidad del ataque de ansiedad será menor.
- Distráete experimentando sensaciones. El depositar toda nuestra energía en una sensación intensa nos hará dejar un poco al margen la ansiedad que sentimos. Un ejemplo simple es darte una ducha con agua fría.
- Intenta mentalizarte de que la reacción que estas teniendo no es peligrosa y que se va a solucionar.
- Imagina o visualiza un lugar en el que te sientas bien o te de sensación de paz.
- Haz ejercicios de respiración. Respira lento y de manera constante. Un ejercicio muy útil es el conocido como respiración cuadrada. Consiste en respirar 3 veces profundamente, inhalando aire durante 3 segundos, manteniendo el aire durante 4 segundos y exhalándolo durante 4 segundos. Al tomar el aire debes hacerlo por la nariz, y al soltarlo, únicamente por la boca.
Qué hacer si el ataque de ansiedad no remite
Cabe recordar que los ataques de ansiedad alcanzan su máxima a los 10 minutos y duran entre 15 o 30 minutos. Si sufres un episodio que dure más de este tiempo es aconsejable recibir asistencia médica urgente.
Tipos de trastornos de ansiedad más comunes
Algunos sentimientos de ansiedad, miedo o pánico que sufren algunas personas afectan a las actividades diarias, a la pareja o a la familia y son difíciles de controlar. En algunos casos son desproporcionados y distan mucho de la realidad, además, pueden durar un largo tiempo. Sus síntomas pueden empezar en la infancia y permanecer hasta la edad adulta.
Según los síntomas y el motivo de la crisis, existen diferentes tipos de trastorno de ansiedad y los más comunes son los siguientes:
- Trastorno de ansiedad generalizada. Las personas que sufren este tipo de trastornos manifiestan una ansiedad y preocupación excesivas y continuadas en el tiempo que son difíciles de controlar e influyen en sus actividades diarias. Comúnmente estas personas pueden sentirse nerviosas, inquietas y se cansan fácilmente. Otros de los síntomas son la falta de concentración, tensión muscular, insomnio e irritabilidad.
- Trastorno obsesivo-compulsivo o TOC. Este trastorno causa en las personas que lo sufren obsesiones o compulsiones de manera frecuente y las impulsa a repetir ciertas acciones. Los trastornos compulsivos más comunes son el miedo a la suciedad, miedo a que les pase algo malo o tendencia a ordenar las cosas de cierta manera. Este tipo de trastorno puede ser hereditario.
- Trastorno de estrés postraumático o TEPT. Las personas lo sufren tras haber vivido o presenciado alguna situación traumática. Este trastorno puede provocar insomnio, pesadillas, recuerdos involuntarios de lo sucedido o arrebatos de furia.
- Trastorno de pánico. Las personas que lo sufren tienen ataques de pánico repentinos sin tener una causa o peligro real. Los síntomas más comunes son: dolor en el pecho o estómago, dificultad para respirar, latidos rápidos del corazón, mareos, escalofríos o entumecimiento de las manos. Es común sentir que te está dando un ataque al corazón.
- Fobias. Este trastorno de ansiedad está relacionado con el temor a lugares, objetos o situaciones concretas. Las personas que lo sufren sienten una preocupación irracional que las impulsa a actuar inmediatamente para evitar el supuesto peligro.
Si sufres a menudo ataques de ansiedad no dudes en contactar con CSB psicólogos para que podamos ayudarte.
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